Tiempo después de creado mi blog, cuando me digné a poner información acerca de mis intereses, por más que traté, no puede recordar el nombre de un película. Se trataba de una película japonesa, que hace algunos años vi en el Espaciocal (aquel pequeño y hogareño cine), una película que dejó sembrada parte de sí en mi enrollada mente.
Pasado un año o dos, la volví a ver unas dos veces en el cable, de principio a fin, haciéndola parte de mis pensamientos igual que la primeras vez. En mi memoria retuve gran parte del metraje, pero del título... nada. Por eso, cuánta sería mi alegría cuando la encontré en el I-Sat hace unos días. Le di duro a mi memoria de corto plazo para pasar el nombre a la da largo plazo, así fue como After Life aparece ahora entre mis películas favoritas, lugar que tiene muy bien ganado.
Fue filmada en 1998, dirigida por Hirokazu Koreeda (cuya trayectoria bien amerita ser seguida) y trata aquella instancia entre la vida y la muerte, una especie de purgatorio en que los recién fallecidos deben escoger qué recuerdo de sus vidas desean llevar al más allá. Entonces comienza la búsqueda interna, un regreso imaginario a tu pequeña historia y tanto el espectador como los personajes empiezan a cuestionarse acerca de aquello que supuso una vida tranquila, tan tranquila que simplemente no sabe qué recuerdo elegir. Porque no se trata sólo del momento, sino de las personas, olores, sonidos, todos esos pequeños detalles que, en primera instancia, parecen tan irrelevantes... Puede ser frustrante, más que nada para quien observa, porque al no haber terminado su ciclo aún, comienza a preguntarse si todo en su vida ha sido la que debiera y si ha abrazado cada momento con la pasión con que se debió; si ha respirado el aire sintiéndolo entrar en los pulmones... queriendo sin más a nuestros seres más cercanos.
Es bueno ver este tipo de películas de vez en cuando, es bueno que se nos recuerde que la vida es mucho más simple de lo que imaginamos y que es esa simpleza la que puede hacer de un momento el mayor de nuestros recuerdos.
lunes, septiembre 26, 2005
Suscribirse a:
Comentarios de la entrada (Atom)
7 comentarios:
Bueno,..eso te demuestra tambien lo inutil y poco aprovechado que es amargarse por cosas pasajeras,... lo se,.. ese es un consejo boomerang,.. tbien me llega a mi,..pero es la idea,..no?
Mmmmmm, voy a verla.
hola , buen blog..no he visto la peli..la buscarè para ver que tal..
bye.
----------------
llllllllll b a s s t a r d u s t ©
Claro que conozco esa película...soy seguidora de herr Wenders. Pero After Life es mucho más simple, más austera y es precisamente lo que atrapa y le da esa couta precisa de credibilidad.
A mí no me gusta Wim Wenders! JA
Buscaré After Life...
Saludos
After Life es maravillosa. De hecho, no recuerdo haberme emocionado con la sencillez y belleza de una escena tanto como cuando caían las flores de ese árbol sobre ella y él. Lo otro que recuerdo era que sólo éramos 4 personas en el cine que funcionaba en el Palacio rioja en Viña y todos salimos en silencio como sonriendo.
Notable película
Saludos
a mi Wenders me la suda. Hay que ver que tipo llenisimo de pretensiones.
Y el divertimento de After Life, ai, es mucho muy bello.
Publicar un comentario