lunes, julio 31, 2006

Y en éstas estoy...

No me di cuenta cuando quedé muda. Tenía la cabeza llena de ideas, sin embargo, de un rato a otro me quedé sin tiempo para escribir en este blog (aunque tampoco muy a menudo lo estaba haciendo)
Pasó rápido, muy rápido. Sin planificación y sin buscarlo. El trabajo llegó por suerte y por pituto, como a la mayoría de las personas de este país.
Llegó en un momento en que comenzaba a cuestionar mi vida una vez más, cuando pensaba que este sería un año de cambio de folio pero nulo, como tantos otros, en el tema profesional y de crecimiento personal. Pero llegó y lo estoy disfrutando mientras dure, porque no sé si pasaré los 3 meses de prueba, porque no sé si algo nuevo llegará más adelante. De todas maneras mis mañanas son un trauma después de tanto tiempo despertando a la hora de mi antojo. Despotrico en contra del reloj, del despertador, de la tele, del frío de la mañana, del hecho de tener que abandonar la cama; mas no queda otra que aceptar el ingreso al asalariado mundo. Al final del día estoy cansada, pero contenta. Lata me da no poder escapar a Valdivia, no poder estar hoy con mi mamá en su cumpleaños como en algún momento lo tenía programado, pero es parte de un proceso al que me había negado a entrar.
Así se baraja la vida: con sus pros y sus contras, con los gustos y los disgustos, y así se acepta tal cual es, porque de todo se aprende... de todo estoy aprendiendo.

3 comentarios:

haroldo salas dijo...

Es extraña esa sensación de pasara a no hacer nada y manejar uno los tiempos a tener que rendir al ritmo del reloj por causa de las obligaciones. Se transforma en algo adictivo, pero renegable de cuando en cuando.
Saludos

Black Mamba dijo...

Sí, renegable de todas maneras... principalmente en la mañana, jeje

Rossana dijo...

Padoj, estas viva,
Cuanto tiempo, hoy pude leerte, y me alegré mucho, como está tu dpto. Podríamos almorzar?????
Ros,