sábado, julio 05, 2008

Hmmm

Soy feliz viajando, de eso no hay duda. Viajar es un bomba vitamínica que me llena de energía, haciendo que se me olvide el resto, la vida -mi vida- y entonces me dejo llevar por lo que me depara cada día.
Soy feliz descubriendo lo nuevo, removiendo culturas y champurreando idiomas. Salir de mi espacio y conocer el mundo, conociendo de mí aspectos escondidos y así volver a mi existencia con bríos nuevos... pero no resulta de ese modo, y en cada regreso miro con espantoso desagrado lo que tengo a mano...

¿Sólo capricho o simple decepción con la vida?

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