jueves, abril 07, 2005

De memoria, música y un beso

Sin duda nuestros sentidos juegan a veces con nuestra memoria y nos transportan por sus entelarañados rincones. Así lo hizo ayer mi oído, reconquistado por la música de un grupo en especial (cosa que no sucedió el viernes en Estación Mapocho, puesto que Placebo parecía estar tocando a unas cuadras de mi casa...y para qué voy a hablar de la visión -¿Brian Molko vino a Chile, cierto?)
Recorría los pasillos del supermercado llenando y llenando el carro con la compra mensual, casi ya no podía sus 30 litros de leche cuando, sin querer, me sorprendí cantando un track del CD de turno. El grupo: Erasure, el disco: Pop! 20. Con ese sabor a culposo placer, recordé lo que me gustó alguna vez ese grupo y percibí como disfrutaba en ese preciso instante ¡Cuántos años desde la última vez que escuché ese compact! ¿Unos 6... 8? Como era obvio, la canción aquella del recuerdo aquel no tardó en llegar y el proceso fue más o menos así: A little respect, ahhhhhhh recuerdo, puaj recuerdo ¿La traducción a todo esto? Mi primer beso.
Fue una noche de enero bajo el cielo estrellado de Puerto Varas, junto al lago en la playa Niklitschek. Yo era toda una pernura* de 13 años, de relucientes frenillos fijos y "shasquilla" enlacada (no muy alta eso sí), a quien pillaron volando bajo... tan, pero tan bajo que el recuerdo pasó a ser el "tropezón en la arena" para mí y la amiga con la que viajé. Un tropezón con gusto a piscola (la piscola no era mía, ojo) y más curiosidad que atracción por el rubio catorceañero, porque a mí me gustaba el amigo que tenía el apellido de la playa, pero que no me pescaba ni para pedirme la hora... ¿o si me la pidió? Hmmm.
En fin, la canción de ese verano para mí fue A Little respect, porque la escuchamos una y otra vez, porque le sacamos la letra y la anoté en mi agenda, porque fue melodía de noche y de primer beso, y porque debí haber exigido un poco de respeto... por último que se enjuagara la boca ¡Cómo que besos con gusto a piscola! ¡Guacala!
Después de ese beso no di otro hasta como los 19, más por mala racha que por trauma, por lo que la canción fue adquiriendo cierto son de maldición. Pero bueno, así es la vida, mi vida y mis recuerdos. Ahora río y reí bastante ayer en los pasillos del supermercado, sola como loca a los ojos de las señoras y los reponedores, pero una loca risueña.

*Pernura: dícese de la mezcla entre Perna y ternura ;-)

3 comentarios:

SebastiandelaGente dijo...

"Un poco de respeto"
Intento descubrir
Algo que me haga sentir mejor
Pudiste evitar romper mi corazón
Me enamore de ti y vivo triste así
No me diste razones
De porque me trataste tan mal
No me diste ni una razón, no me diste vos, no me diste
Y yo sigo escuchándote
Oh, nena ten un poco de respeto para mi
Intento descubrir algo que lo haga
mas dulce aún
Pudiste evitar romper mi corazón
Me enamore de ti y sigo triste así
Que razón religiosa
Nos impide seguir amando?
No me digas que lo sabes
No me digas, no me digas
Y yo sigue escuchándote.
Oh nena ten un poco de respeto para mí .

Anónimo dijo...

"Sin duda nuestros sentidos juegan a veces con nuestra memoria y nos transportan por sus entelarañados rincones".

es cierto, muy cierto....basta un aroma o una melodia y nuestras mentes viajan en el tiempo tal cual como si se subiesen al auto de volver al futuro (o al pasado?)

saludos....me encanto tu blog. ahora esta dentro de mis favoritos.....espero sigamos leyendonos
besos.

Black Mamba dijo...

¡Vaya, qué honor! Gracias Anonymus